No queda más que hojas
secas o algún rito sin sospecha del amor anhelado por siempre esperado .campos
lejanos resecados, tan solo el viento que aúlla ahí su sonido desgarra
estruendos de pensares y no son simples las sospechas de aquel recuerdo no anulado.
Tu ser es grato pero tu
amor no tanto decía una y otra vez el viejo ermitaño mientras dibujaba en el lienzo de su ser a corazón abierto. Dibujaba lo que él creía
ver, un corazón latente aguerrido de un amor de cómo cuando eran jóvenes lleno
de un amor al que el aposto toda la vida pero que hace mucho había dejado de
latir. Con su último suspiro tomo aquel cuerpo helado y lo cubrió de hojas pero
no muertas tomo las últimas verdes que le quedaban de aquel baúl polvoso de donde guardaban sus secretos más íntimos, secretos de
adhesión; desde la primera piedra de donde
nació ese amor y en papel sus últimas palabras
Algunas historias tienen
sabor de miel a ti de mi ser a mí de tu
ser
que bueno FUE vivir a tu lado para contarlas.